martes, 15 de diciembre de 2009

Y tu de que marca eres?

Muy buenas a todos y todas y sed una vez más bienvenidos a este humilde blog que intenta ofrecer un pequeño toque de opinión, en el cual cualquiera puede ofrecer la suya y enriquecernos con ella.
Esta vez, y posteriormente de haberos comentado la temática de la investigación de mercados, me ha parecido interesante adentrar en un tema algo más global, y que quizás permita ver con una perspectiva más amplia una de las realidades del consumo contemporáneo. Esta situación no es otra que el de uno de los mayores poderes que puede encontrarse en el entorno publicitario, y del cual probablemente, radiquen la inmensa mayoría de influencias comerciales, este no es otro que el del poder de la marca comercial. No me cabe duda de que la inmensa mayoría serías capaces de enumerarme sin ningún tipo de problemas un sin fin de marcas comerciales dedicadas a un ingente elenco de mercados. Esto se debe a que a lo largo de la historia, cada marca entendió con el paso de los años a partir de su fundación, que el verdadero poder no se encontraba en sus productos, ni en sus empleados, ni tan siquiera en sus dirigentes. El verdadero poder de una marca radica en ella misma, en ese intangible que supone un prestigio, una preferencia, un recuerdo. No cabe duda de que este proceso resulta infinitamente lento, para evitar así convertirse en una moda pasajera, y que además exige de una efectividad constante altísima, ya que cuesta infinidad de acciones positivas generar un recuerdo positivo, pero una sola negativa para desbaratarlo todo.
Es por ello que considero que probablemente el poder del mercado lo tenga el consumidor, pero todos y cada uno de nosotros nos movemos en función de lo que nos dictaminen las marcas –las no marcas no dejan de ser una marca-, yo ya he escogido las mías, ¿y tú?, ¿de que marca eres?

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