martes, 3 de noviembre de 2009

Etica...Y eso donde se vende?

Muy buenas a todos y todas y sed una vez más bienvenidos a este humilde blog.
Os pido disculpas por el retraso semanal de mis posts -si es que alguien sigue asiduamente este lugar...-.
Esta semana pretende abordar un tema un tanto controvertido en el mundo de la publicidad, las marcas y el marketing en general. Este no es otro que el de la competencia.
No cabe duda que desde los inicios del comercio ha existido la competencia entre productos y servicios e incluso como veremos más adelante, patentes. Resulta obvio que en el momento que dos marcas o personas comercializan algo similar, debe surgir algo que posicione a uno por delante del otro de cara al consumidor.
Y es aquñi donde quería llegar y formularos la pregunta ¿dónde estñan los límites de la ética a la hora de posicionarse por delante de la competencia?
Está claro que está pregunta guardas tantas respuestas como personas se la planteen, en mi caso considero que en el momento que mencionas a la competencia en cuestión, ya sea de forma literal o subliminal entramos en unas formas que a mi personalmente no me parecen las adecuadas dentro de las "reglas del juego".
Para ello os muestro un botón de la que probablemente sea la mayor competencia entre dos marcas: Coca cola VS Pepsi.








Dejando de lado las repecusiones que tanto a uno como a otro pueda ocasionar estas medidas publicitarias, me parece más que destacable el hecho de que sea en la inmensa mayoría de ocasiones el segundo en discordia el que trate de desacreditar al lider del mercado -que necesidad tiene el lider de atacar a un segundon...-.
Hay que tener en cuenta de que en este caso contamos con un uso de la publicidad un tanto humorístico, pero no siempre ha sido así.
En el año 1903 existía una pequeña disputa de comercialización de patentes en lo que a la electricidad se refiere. Thomas Edison era el precursor de la corriente continua y con tal de desprestigiar a su competidor por el control del sistema eléctirco estadounidense, la compañía Westinghouse, la cual promovía el uso de la corriente alterna. Para ello, Edison había declarado que el riesgo de muerte que corría la población en sus hogares mediante el uso de la corriente alterna era muy elevado y para ello no se le ocurrió otra cosa que "ajusticiar" a una elefanta que iba a ser sacrificada por haber matado a 3 personas en los útlimos 3 años (No en vano, ya había pasado diez años electrocutando perros y gatos en su laboratorio para demostrar los peligros de la corriente alterna). Edison dispuso a la elefanta sobre una plataforma métalica y colocó en torno a ella todo tipo de electrodos, provocándole la muerte instantánea al animal.
Tengo muy claro que no voy a poneros el video que Edison grabó de la ejecucuíón del animal, pero si alguien desea corroborar esta información no tiene más que buscar por la elefanta "Topsy" para verificar que a lo largo de la historia la competencia entre dos productos o servicios ha suscitado en ocasiones superar, y con creces, los límites de la ética, aunque claro...¿Alguien sabe dónde se vende la ética?

1 comentario:

  1. Edison era todo un pistolero y un cazapatentes, pero reconoce que el concepto creativo "electrocutar a una elefante" para diferenciarse de la competencia era cuanto menos brillante. Ética y moralmente aparte, claro.

    www.metacomunicacion.wordpress.com

    ResponderEliminar